¿QUÉ ES LA DEMENCIA VASCULAR?
No es una única entidad clínica puesto que es provocada por múltiples causas, que incluyen lesiones cerebrales tanto hemorrágicas (ruptura de un aneurisma) como isquémicas (interrupción de la circulación sanguínea), que dan lugar a sintomatologías diversas según la localización de la lesión.
Se considera la segunda causa más común de demencia después de la enfermedad de Alzheimer. Aunque, como se menciona anteriormente, la sintomatología es muy heterogénea en función de la zona cerebral dañada, aquí se exponen algunos de los síntomas más comunes en la demencia vascular.
Déficit atencional
Incapacidad para mantener la atención en una tarea durante un período prologado de tiempo (atención sostenida), para dirigir la atención al estímulo relevante (atención selectiva) o para realizar dos tareas de manera simultánea (atención dividida). Lo que provoca en el día a día que las personas con este tipo de demencia dejen tareas sin finalizar, se distraigan con facilidad, les cueste seguir el hilo de una conversación…
Curso fluctuante
La persona con demencia vascular no se mantiene estable; la intensidad de los síntomas varía con relativa brusquedad de unos momentos a otros, teniendo días en que el deterioro cognitivo parece mayor que en otros.
Disejecución/ Alteración de las funciones ejecutivas
Las funciones ejecutivas son aquellas que integran el funcionamiento ordenado y efectivo del resto de funciones cognitivas. Tal como lo explica Elkhonon Goldberg, actúan como un director de orquesta, haciendo que los distintos procesos cognitivos intervengan de forma ordenada y adecuada en la medida en que son requeridos para la ejecución correcta de una actividad. Esto hace que aparezcan problemas de planificación (de una reunión familiar, de la organización del día, de un viaje…), de razonamiento lógico, de comprensión de sentidos figurados, ironía…
Apraxia/Alteración de la ejecución motora
Trastorno de la ejecución efectiva de actos motores, voluntarios y bien aprendidos, con una finalidad o intención, en ausencia de alteraciones físicas que impidan o dificulten el movimiento. Acciones como usar adecuadamente los cubiertos, herramientas, útiles de aseo, abrochar botones, atar cordones, dibujar, realizar gestos comunicativos con las manos… estaría entre los ejemplos de actividades cotidianas que requieren una adecuada capacidad práxica.
Alteración de funciones visoespaciales
Las funciones visuoespaciales nos permiten identificar y localizar en el espacio estímulos visuales. Su alteración se puede manifestar en forma de dificultad para orientarse en el espacio, dificultad para reconocer y localizar objetos en el espacio, o errores al calcular distancias que pueden ocasionar caídas, o accidentes al conducir vehículos.
Depresión
La depresión se puede hacer evidente tanto por síntomas como el llanto, la tristeza o desesperanza, como por pérdida del apetito, disminución acusada de peso o insomnio.
Apatía
Pérdida acusada de motivación e iniciativa para la realización de actividades. Aunque en sí misma es un síntoma habitual de la depresión, en las demencias puede aparecer (y frecuentemente es así) de forma independiente. A veces, se produce una acentuada introversión y tendencia al aislamiento a consecuencia de la confusión que el enfermo experimenta ante determinadas situaciones, lo que lo lleva a apartarse y no mostrar interés. Es frecuente que la apatía aparezca al inicio del proceso sintomático y que perdure, aunque pueda fluctuar, a lo largo de las distintas fases.
Ansiedad
Este rasgo es la expresión de un temor anticipatorio a experimentar situaciones desagradables, algún daño, o alguna desgracia. La especial dificultad que tienen las personas con demencia de prever lo que sucederá en un futuro, aunque sea inmediato, deriva a menudo en manifestaciones de ansiedad.