PREGUNTAS FRECUENTES SOBRE LAS DEMENCIAS
¿Es lo mismo demencia y Alzheimer?
Demencia y Alzheimer son dos conceptos que suelen generar cierta confusión, siendo muy habitual que se utilicen como sinónimos y, aunque generalmente están muy ligados, no son exactamente lo mismo. La demencia es toda pérdida progresiva e irreversible de las capacidades cognitivas, motoras, sociales…si bien dicha pérdida puede ser provocada por gran variedad de causas, tantas como tipos de demencia existen. El tipo de demencia más común es el Alzheimer (de ahí la confusión con el término de demencia), pero existen otros tipos como la demencia por Cuerpos de Lewy, Frontotemporal o Vascular, que siendo demencias no tienen relación con el Alzheimer. Por ello, se puede tener demencia y no tener Alzheimer, pero no se puede tener Alzheimer y no tener demencia.
¿Qué causa las demencias?
A pesar de que, desde la primera descripción de la enfermedad, se ha progresado mucho en el conocimiento de los cambios cerebrales que se producen en las demencias, actualmente aún se desconoce qué es lo que las provoca. Sin embargo, cada vez es más firme la creencia de que no hay una causa única, sino que es la consecuencia de la suma de distintos factores de riesgo.
¿Existe una cura?
Actualmente, sigue sin haber un tratamiento que frene o modifique la evolución de la enfermedad. Pero que una enfermedad no tenga cura no quiere decir que no tenga tratamiento. En todas las demencias existen medicamentos que ayudan a paliar los síntomas, contribuyendo a una mejor calidad de vida de las personas enfermas y de sus cuidadores. Por ello es importante el conocimiento del diagnóstico, así como mantener bien informado al especialista de referencia para que este pueda pautar y ajustar distintos fármacos y su dosificación.
Ahora bien, los cuidadores son la “medicina” más importante que tienen las personas que sufren esta enfermedad. Por eso, es crucial que dispongan de recursos de ayuda que faciliten su tarea y que promuevan su bienestar, ya que ello tiene una repercusión directa en la calidad del cuidado.
¿Se debe comunicar el diagnóstico a la persona con demencia?
Es habitual que la familia dude de los beneficios y perjuicios de comunicar el diagnóstico a la persona con demencia. Ante esta cuestión, no existe una única respuesta, ya que cada caso es diferente. La familia debe valorar si el estado psíquico de la persona aun le permite recibir o comprender dicha información. Puede ser de gran utilidad averiguar qué es lo que sabe acerca de su enfermedad y qué es lo que quiere saber. Si la persona aún conserva capacidad de raciocinio suficiente, saberlo le permitirá poder planificar su futuro y tomar decisiones al respecto de su cuidado.
¿Es hereditario?
La mayoría de las demencias no son hereditarias, aunque si existen genes que confieren una mayor probabilidad de padecer la enfermedad, en ningún caso son determinantes. Hay otras variables, relacionadas con el estilo de vida, que tienen un efecto modulador en su expresión.